Me gusta el deporte, sí, lo reconozco. Lo tengo integrado en mi vida. De hecho, siempre que puedo y que la consulta me lo permite, voy al gimnasio a lo que se denominaría en la jerga deportiva, “romper fibras”. Me ayuda a liberar tensiones y preocupaciones y además obtengo todos los beneficios psicológicos y físicos que generamos con su práctica tal y como indica la Organización Mundial de la Salud.
El caso es, que el otro día, después de realizar mi ejercicio intenso y de desconexión mental en la puerta del mismo, al salir, escucho a dos personas hablar entre ellas diciéndole medio gritando una a la otra, que estaba evitando mucho los alimentos transgénicos, que siempre procuraba comprar alimentos orgánicos y bios y eso le preocupaba porque pensaba en ello durante mucho tiempo, vamos, las 24 horas.
Desgraciadamente, y cada vez más, esto está ocurriendo en nuestra sociedad, últimamente estoy observando este tipo de obsesiones en consulta. Efectivamente este fenómeno es denominado por los expertos como Ortorexia y siendo poco conocido está teniendo un crecimiento que según la OMS ya afecta al 29% de la población de los países desarrollados.
La Ortorexia u ortorexia nerviosa es un concepto acuñado por el doctor americano Steven Bratman para calificar como trastorno alimentario la obsesión patológica por comer comida considerada saludable por una persona, sosteniendo que puede llevar a la desnutrición e incluso a la muerte.
Por otro lado, según el doctor MckNight, nutricionista y naturópata alemán explica que la ortorexia puede incrementarse en los próximos años, ya que la sociedad actual «tiende a los extremos» y las personas o no se cuidan nada o se cuidan en exceso.
En la mayoría de los casos, la ortorexia comienza con simplemente elegir alimentos sanos como resultado de toda la información que han recibido. Con el tiempo, la importancia de comer saludable aumenta hasta que se convierte en una obsesión.
Investigaciones recientes indican una conexión entre las causas de la ortorexia y el trastorno obsesivo-compulsivo. Los que sufren de ortorexia exhiben una obsesión con la «comida sana» y lleva a los investigadores a conectar esta obsesión como una forma de expresión de un trastorno psicológico más profundo.
Las personas con ortorexia, son personas muy estrictas, de percepción vulnerable, controladoras y exigentes consigo mismas y con los demás.
Las mujeres, en el periodo de adolescencia y quienes se dedican a deportes como el culturismo, el atletismo y otros, son los grupos más vulnerables según el estudio realizado por la doctora estadounidense Jennifer Mathieu.
Las personas con ortorexia hacen gala de una gran fuerza de voluntad y padecen intensos sentimientos de culpa cuando no cumplen lo que se proponen, en casos muy graves los pacientes ortoréxicos puede presentar una distorsión gradual del pensamiento. A su vez, debido a sus autoexigencias, pierden un elevado porcentaje de grasa y de masa muscular, por lo que llegan a alcanzar un Indice de Masa Corporal menor a 18 al igual que los pacientes que sufren anorexia.
No dudes en acudir a un profesional si padeces o conoces a alguien que lo padezca.
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Un abrazo emocional
Enric Valls Roselló, tu psicólogo en Valencia.
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