Una pareja de mediana edad, padres primerizos, acceden a mi consulta con su hijo. Ambos estrechan la mano con inquietud. Acuden recomendados por un antiguo paciente al que, hace no mucho, di de alta, un luchador que ha cambiado su vida. Su hijo, un chaval calmado, espera en la recepción con un cómic que le entrego con una sonrisa tras preguntarle su nombre y edad. Les invito a tomar asiento y se miran entre sí, como pidiéndose permiso. Ella, decidida, toma la iniciativa:
-Hola Enric, muchas gracias por recibirnos.
-Muchas gracias a ustedes – respondí – Ustedes dirán – hago un gesto con las manos dándoles la palabra – tómense su tiempo.
-El caso es que…- titubea el padre, mientras una pequeña chispa de tristeza ilumina sus ojos – es que… no sabemos que le sucede a nuestro hijo… Estamos muy preocupados. Sospechamos… mi mujer y yo, que nuestro niño está siendo acosado en el colegio – ella afirma esas palabras -, pero no lo tenemos claro, nos cuesta hablar con él, y en el colegio no hemos obtenido respuesta ¿Hay algunos síntomas o signos que nos ayuden a identificar si realmente está siendo acosado?…