Arturo (nombre ficticio para preservar su identidad) es un hombre de 50 años. Este es el cuidador principal de su mujer, paciente con cáncer de útero avanzado.
Acude a consulta recomendado por una antigua paciente y refiere sentirse en un estado de crisis constante desde hace 8 meses. Concretamente relata que a diario llora, siente ansiedad junto con pensamientos negativos e ideación suicida.

Con Arturo trabajamos a través de diferentes corrientes y técnicas terapéuticas como la terapia coginitva-conductual, logoterapia, técnicas constructivistas, técnicas de relajación, psicoeducación, counselling y un largo etc.
Desgraciadamente la situación de Arturo la viven muchas de nuestras familias, amistades, conocidos y gente cercana.

Acuden derivados por la ginecóloga que atiende a Carolina. El problema que les preocupa es la imposibilidad de practicar la penetración en sus relaciones sexuales. Carolina tiene mucho temor a que le aparezcan, lo que ella denomina, “sensaciones de dolor”. Dice que automáticamente se pone tensa hasta el punto de bloquearse, causándole mucho malestar. Carolina relata haberse sentido “muy mal” cuando la ginecóloga no pudo llevar a cabo la exploración completa, ya que no pudo relajarse lo suficiente. 
