El viernes pasado tuve la oportunidad de vivir una experiencia muy especial. La Universidad CEU Cardenal Herrera me invitó a participar como ponente en una jornada dirigida a orientadores y psicólogos de la provincia de Valencia, centrada en tres temas que me apasionan y que considero fundamentales en el ámbito educativo: el acoso escolar, la salud mental y la convivencia en los centros educativos.
Fue un encuentro muy fructífero, tanto por el interés y la participación de los asistentes como por el espacio de reflexión que se generó. Después de más de 13 años de trabajo en el campo de la psicología, compartir experiencias, inquietudes y estrategias con otros profesionales sigue siendo algo que me motiva profundamente.
Un tema que nos implica a todos
Durante la charla, hablamos sobre cómo el acoso escolar no es solo un conflicto entre alumnos, sino un fenómeno que afecta a toda la comunidad educativa. Reflexionamos sobre la importancia de mirar más allá del síntoma y entender las dinámicas relacionales, emocionales y sociales que lo sostienen.
También pusimos el foco en la salud mental infantil y adolescente, un aspecto que cada vez preocupa más —y con razón— a familias, docentes y profesionales. Hablamos de la necesidad de escuchar más, acompañar mejor y actuar antes, creando espacios donde cada niño o niña se sienta seguro, valorado y comprendido.

Una jornada que deja huella
Me quedo con la sensación de haber compartido un momento de aprendizaje mutuo. Escuchar las experiencias de los orientadores y psicólogos que trabajan día a día en los centros educativos fue inspirador. Cada aportación, cada pregunta, cada reflexión aportó una mirada nueva.
Estos encuentros me recuerdan por qué elegí esta profesión: porque creo profundamente en el poder del diálogo, la empatía y la colaboración para transformar realidades.

