Son las once de la noche, me dispongo a sentarme en el sofá y a hacer un poco de zapping. No suelo ver la televisión, pero hoy necesitaba desconectar.

Voy pulsando los botones de mi pequeño mando a distancia cuando, de repente, veo a una mujer diciéndole a un hombre: -No soy nada sin ti. Me moriré si me dejas.

Al escuchar estas palabras, centro mi atención, aturdido, en esta afirmación. Resulta que estaban proyectando Atracción Fatal. La protagonista de largo cabello rubio y rizado era Glenn Close, que dirigía sus gritos desesperados a un joven Michael Douglas. Os cuento resumidamente el argumento:

El film trata sobre un abogado rico y poderoso que está felizmente casado. Una noche, en una cena  de empresa, conoce a Glenn, una mujer soltera y muy atractiva. Michael (en la película Dann) se siente atraído por ésta y tienen un romance express. Él,  después de un fin de semana de desenfreno, decide pasar página. A partir de ahí, la mujer maravillosa que en un principio plantea la película, se convierte en una “pesadilla” para Dann. Ella siente que lo ama pero lo odia al mismo tiempo por dejarla tirada. Glenn, menospreciada, intenta recuperarlo, llamándole a casa en diversas ocasiones y le comunica que está embarazada. El co-protagonista le pide que aborte, pero Glenn rechaza esta idea. Es cuando esta empieza a mostrar ideas de querer eliminar la “fantástica” familia de Dann.

Independientemente de la trama, el papel realizado por Glenn exhibe, de una forma muy visual, los síntomas del trastorno de personalidad límite. Ella vacila entre desear tener y desear destruir a quienes ama. Se coloca en el borde de la destrucción de sí misma, causándose graves problemas emocionales. Tiene sentimientos de abandono y teme perder la relación.

La vida de las personas con Trastorno Límite de Personalidad, está marcada por la inestabilidad. Sus relaciones con las demás personas son irregulares, su comportamiento, su autoestima y autoconcepto, y sus emociones, también lo son.

Hago hincapié en sus relaciones porque suelen seguir siempre el mismo patrón:

• “No soy nada sin ti”. Sufren Relaciones intensas y en algunas ocasiones violentas.
• “Si te vas, me mataré”. Personas muy emocionales. Tienen temores intensos de abandono.
• “Te odio, te odio y TE ODIO!”. Pueden producirse cambios profundos en su imagen y autoestima. Se enfadan mucho con los demás.
• Cuando sus parejas o amistades les dejan, sienten que les abandonan y se vuelven muy agresivas. En ocasiones, en su interés para que la otra persona vuelva, se autoagreden, cortándose o quemándose, incluso con tentativas de suicidio.
• Un componente muy común en sus relaciones es que pasan de idealizar a su pareja a ridiculizarle y odiarle.
• “Me siento vacío en mi interior, como si no supiera quien soy”. Cambian con mucha facilidad de opinión y tienen interés en experimentar con diferentes orientaciones sexuales.

Aunque las personas con TLP tienen dificultad con las relaciones interpersonales, pueden formar relaciones estables y duraderas. Con trabajo psicológico y en algunos casos farmacológicos, tienen una vida normal y sana.

No dudes en contactar conmigo ante cualquier duda.

Un saludo

Tú psicólogo en Valencia. Enric Valls, psicólogo de la salud y bienestar